Escapadas con Encanto: Pueblos que Debes Visitar Cerca de Sabiñánigo

Sabiñánigo, conocido como la puerta de entrada a los Pirineos, es el punto de partida ideal para explorar algunos de los pueblos más pintorescos y con más historia de Huesca. Si buscas desconectar, sumergirte en la naturaleza y descubrir la riqueza cultural de la región, esta guía te llevará por rincones inolvidables que te cautivarán. Prepara la cámara y déjate llevar por la magia de estos enclaves pirenaicos.

Jaca: La Perla del Pirineo Aragonés

A poca distancia de Sabiñánigo, Jaca se erige como una ciudad vibrante que fusiona historia, cultura y un entorno montañoso espectacular. Antigua capital del Reino de Aragón, su legado monumental es impresionante. No puedes perderte la majestuosa Catedral de San Pedro, uno de los templos románicos más importantes de España, que data del siglo XI.

Otro de sus grandes atractivos es la Ciudadela de Jaca, una imponente fortaleza pentagonal del siglo XVI, única en su estilo en España. Pasear por su foso, donde habita una manada de ciervos, y visitar el Museo de Miniaturas Militares en su interior, es una experiencia única. Además, el casco antiguo de Jaca invita a perderse por sus calles, disfrutar de unas tapas y admirar edificios modernistas.

Biescas: Naturaleza y Tradición a Orillas del Gállego

Este encantador pueblo, situado a las puertas del Valle de Tena, se extiende a ambos lados del río Gállego, creando dos barrios con personalidad propia: El Salvador y San Pedro. Biescas es el destino perfecto para los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre. En sus alrededores, podrás visitar la Ermita de Santa Elena, un lugar de culto con una rica leyenda, y el cercano dolmen neolítico.

Para los más aventureros, la zona ofrece rutas de senderismo como la de los Búnkeres de Biescas, un recorrido por las fortificaciones de la posguerra. Además, Biescas es un punto de partida ideal para explorar la Ruta de las Iglesias del Serrablo, un conjunto de templos mozárabes y románicos únicos en el mundo.

Sallent de Gállego y Lanuza: Joyas del Valle de Tena

En el corazón del Valle de Tena, encontramos dos pueblos que parecen sacados de un cuento. Sallent de Gállego, con sus calles empedradas y casas de arquitectura tradicional, te cautivará. Destaca su iglesia gótica de la Asunción, del siglo XVI, que se alza sobre una antigua construcción románica.

A muy poca distancia se encuentra Lanuza, un pueblo que resurgió de las aguas. Tras quedar deshabitado por la construcción de un embalse, sus antiguos vecinos lo recuperaron, convirtiéndolo en un lugar lleno de encanto con sus casas de piedra y pizarra. Hoy en día, es famoso por acoger el prestigioso Festival Internacional de las Culturas «Pirineos Sur», cuyo escenario flotante sobre las aguas del pantano crea un ambiente mágico.

Fiscal: Aventura a Orillas del Río Ara

Situado a orillas del río Ara, Fiscal es un punto de partida ideal para visitar el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Este pueblo pirenaico ofrece una experiencia única para los amantes de la adrenalina: la Tirolina Ordesa Pirineos, que ostenta el récord mundial de velocidad.

Además de la aventura, Fiscal conserva un pintoresco casco urbano con bellas construcciones de arquitectura popular.No te pierdas la Torre Costa, una estructura defensiva del siglo XVI, y el Pórtico de Jánovas, una portada románica rescatada de un pueblo cercano.

Torla-Ordesa: La Puerta a un Paraíso Natural

Considerado la puerta de entrada al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Torla-Ordesa es un pueblo de una belleza sobrecogedora.Su casco antiguo, con calles empedradas y casonas de piedra con tejados de pizarra, te transportará a otra época.

La Iglesia de San Salvador, con su singular estética que combina funciones de templo y castillo, es uno de sus monumentos más destacados. Desde Torla, parten numerosas rutas de senderismo que te adentrarán en los espectaculares paisajes del parque, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Canfranc: Historia Ferroviaria en el Corazón del Pirineo

Canfranc es conocido mundialmente por su majestuosa Estación Internacional, un impresionante edificio de estilo «Beaux Arts» inaugurado en 1928 para conectar España y Francia. Las visitas guiadas permiten descubrir el esplendor que aún conserva este gigante de la arquitectura industrial.

El municipio se divide en dos núcleos: Canfranc Pueblo, de origen medieval y paso del Camino de Santiago, y Canfranc Estación, que creció alrededor del ferrocarril. Los alrededores ofrecen numerosas rutas de senderismo y la posibilidad de visitar fuertes y torreones que hablan de su importancia estratégica.

Sabiñánigo es, sin duda, un campamento base excepcional para descubrir estas joyas del Pirineo aragonés. Cada uno de estos pueblos ofrece una experiencia diferente pero igualmente enriquecedora, combinando historia, naturaleza y la hospitalidad de sus gentes. ¡No esperes más para planificar tu escapada

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